Como siempre Lady Gaga se encarga de dar la nota final y para estas Navidades la pretendida diva decidió estrenar un local en New York.
Su tienda de regalos está situada en la galería Barney's de la cosmopolita e histórica ciudad; sobre la avenida Madison.
La idea de esta controvertida artista es la de plasmar su extravagancia en un set de diversos objetos que prometen ser tan divertidos como prácticos.
La nueva faceta de la chica que hizo furor este año es una prueba más de la expansiva curiosidad de una mujer que no le teme al qué dirán.
Lejos de flagelarse o tener que montar un personaje estereotipado, esta artista de pop se perfila como una verdadera entrepreneur.
No se trata de pretender ganar más y más dinero valiéndose de la falta de talento. Lady Gaga será muchas cosas, pero no es ni Paris Hilton ni la impune Kim Kardashian.
Lady Gaga puede incluso pecar por su mal gusto ya sea por su estilo musical, por su persona o por sus insólitas declaraciones; pero si hay algo que trata de lograr es expresarse a través de una tarea.
Amén de las ganancias, la estrategia de generar dinero para tener fama y poder, y viceversa, no es lo que prevalece en la mira de Lady G.
Entre los elementos que ofrece en su nuevo local se incluyen botas típicas de la diva, accesorios, uñas postizas, juguetes y una selección de golosinas y dulces a base de chocolate.
Cosméticos, joyas y elementos de decoración forman parte del mix de entidades que definen el perfil de la pomposa Lady Gaga.
Una manera de apropiarse de las creaciones de Lady G. parece nacer de la necesidad de compartir algo de su mundo, de su visión de las cosas, de la relación con el mundo exterior y, sobre todo, con uno mismo.
Un mimo para estas fiestas es la propuesta de este singular personaje mejor conocido como "Lady Gaga".
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